Nos decidimos a experimentar con el voyeurismo, en la barra con el gin-tonic, de fondo Mylène Farmer, yo bailaba sinuosamente y me cogías por la cintura… se acercó una mujer sensual y con ganas de conocemos, me susurro, miré a la barra y lo que vi me gustó, cogiéndote de la mano nos acercamos para conocer lo que nos iban a proponer…
Fuimos a la sala continúa y sin esperarlo me empezaste a meter tu mano por debajo de mi falda para notar mi humedad, al sentirla hiciste una sonrisa y me tumbaste en el diván, me vendaste los ojos y ataste mis manos donde no podía moverlas…
Aquí perdí lo que iba a suceder, estaba a disposición de cualquier hombre o mujer que quisieras invitar.
Mientras, te acercaste a la mujer e hiciste que ella te desnudara, tú ya estabas empalmado y te empezaba a hervir la sangre, la cogiste de la mano y acercándola a mi le pediste, con voz muy suave, que me hiciera caricias al ritmo de tus lamidas en su coño.
Sentía la respiración del hombre que miraba la escena, se iba excitando, cada vez más intensa, deducía que empezaba a tocarse..
La mujer me besó los pechos y tú ibas excitándola cada vez más con tus labios, lengua y dedos… era saliva y fluidos.
La hiciste poner a cuatro patas, con su culito en pompa y cuando el hombre intuyó tus intenciones, se acercó muy empalmado queriendo participar de la excitación, me empezó a lamer mi coño, mientras tú penetrabas con intensidad en la mujer.. sentía tu respiración o era la de él, ya no lo sé… los dedos entraban a mi coño y unos labios buscaban mi boca… de quién eran… ya sentía gemidos y respiraciones, mi corazón salía de mi pecho y de golpe sentí una penetración. Me estaban follando…!, poseyendo mi cuerpo, no me podía mover, ni tocar, ni sacar la cinta de los ojos… estaba desbocada… de golpe sentí tu voz en mi oído… estoy aquí amor, tranquila soy yo…